¡Saludos y bienvenido/a de vuelta mi hermosa familia! Como siempre, es un absoluto placer tenerte aquí conmigo hoy. No hace mucho me encontraba leyendo Mateo 7 y mientras leía los versículos 15 al 20 algo hizo 'clic' en mí como no lo había hecho antes. Simplemente estaba leyendo estos versos y de repente sentí como si los estuviera leyendo y entendiendo por primera vez, ¿te ha pasado esto? Bueno, a mí me pasó y, por supuesto, aquí te lo comparto. Después de todo, ¿no es asombroso cuando aprendemos cosas nuevas sobre la Biblia y las compartimos con nuestros hermanos y hermanas en Cristo?
Como es nuestra tradición, a continuación el video de esta publicación que no es más que un resumen de lo que discutiremos con más detalle a lo largo de este post. Si eres más una persona que lee, entonces no te preocupes, omite el video y sigue leyendo. Ya sea el video, la lectura, o ambos... ¡vamos a estudiar!
NOTA: Video tiene subtitulos en Español
¿Viste el video? ¿Qué piensas? Cuando estudiaste estos versículos antes, ¿los leíste como yo los leí recientemente? Siéntete libre de compartir tus pensamientos y/o notas con nosotros o en el foro.
Pero primero... la Biblia
Mencioné que estaba leyendo Mateo 7, específicamente los versículos 15-20, solo para estar en la misma página, leamos estos versículos juntos:
"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis." - Mateo 7:15-20
Probablemente hayas escuchado y/o leído estos versículos antes, ¿no? La porción del capítulo que acabamos de leer es solo una pequeña parte de la obra maestra de Jesús: el "Sermón del Monte". Si no has leído estos versículos antes, ¡te los estás perdiendo (y necesitas leer Mateo 5-7)! Ahora, con solo leer estos versículos, es muy claro que Jesús está usando una analogía, una metáfora, para transmitir un mensaje. Nada extraordinario aquí, a Jesús le encantaba usar historias y analogías para ayudar a transmitir el mensaje con mayor claridad. En este verso en particular, es bastante obvio que los árboles nos representan a nosotros, los humanos, y las frutas representan nuestro carácter, nuestros pensamientos y actitudes. Estás conmigo, ¿no?
Ahora, debido a que no solo estamos leyendo sino investigando la Biblia, sabemos que no podemos detenernos en esta conclusión, ¿verdad? Aquí es donde se pone interesante... la siguiente mejor pregunta que podemos hacer si queremos saber honestamente lo que Jesús está diciendo aquí es: "Entonces, ¿qué son 'buenos frutos'?", ¿no? Si nos está diciendo que no es el exterior lo que nos define a los humanos, sino lo que hay dentro y que lo que hay dentro es el 'fruto'... ¿cómo se ven los frutos buenos, e incluso los frutos malos?
Como he dicho repetidamente en muchas publicaciones y videos diferentes, la Biblia se explica por sí misma... es decir, solo necesitamos la Biblia para explicar la Biblia. Piénsalo, simplemente tiene que ser así. Entonces, si encontramos aquí a Jesús hablando sobre los frutos del carácter interior, entonces se debe hacer la pregunta, ¿dónde en la Biblia se definen estos frutos (buenos y/o buenos y malos)? Como es de esperar, Dios nos ha dejado una respuesta en la Biblia.
Los frutos...
En el libro de Gálatas encontramos el siguiente versículo:
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza..." - Gálatas 5:22-23
¿Están claros ahora los buenos frutos? La ley de Dios se centra en el amor, Dios mismo es amor y nos pide que nos amemos unos a otros y que lo amemos a él... no sorprende que los buenos frutos de los que habla Jesús estén todos centrados en el amor a Dios, el amor a los demás y amor a nosotros mismos. En Santiago 1:17 leemos que Dios no cambia, no hay variación en Él; estos versículos confirman, una vez más, esa afirmación. El objetivo final de Dios es que amemos como Él ama para que todos podamos compartir ese amor. Por eso los frutos de los que tienen Su espíritu son frutos buenos y basados en el amor.
¿Y qué de los malos frutos? Bueno, justo antes de definir los buenos frutos en Gálatas 5, leemos lo siguiente:
"Y manifiestas son las obras de la carne [malos frutos], que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios." - Gálatas 5:19-21
** "malos frutos" añadido para clarificar
¿No es esta lista también basada en rasgos de carácter?
Buenos frutos = buenos rasgos de carácter (centrado en amor)
Malos frutos = malos rasgos de carácter (centrado en sí mismo)
Déjame hacerte una pregunta, ¿cuál es el antónimo de 'amor'?... ¿Dijiste "odio"? Si lo dijiste, no te preocupes, muchos de nosotros (incluyéndome a mí mismo) también pensamos eso en algún momento (o aún lo pensamos). Esa respuesta, sin embargo, es incorrecta. El antónimo de 'amor' no es 'odio', es 'egoísmo' o 'egocentrismo'. El amor da y busca el bien de los demás, el egoísmo quiere y busca el bien de uno mismo. Tan simple como eso.
Lemos definido lo que son buenos y malos frutos, finalmente puedo compartir la conexión que ocurrió en mi mente mientras estudiaba los versículos de Mateo 7. ¿Listo?
La conexión...
Si lees algunas de las traducciones más leídas de la Biblia como la Reina Valera 1960, los versículos 15-20 están en su propia pequeñas sub- sección y separada de los versículos que le siguen (21-23). En mi caso, siempre he leído de la NIV o de la NKJV (inglés) y la Reina Valera 1960 (español). Por tal razón, literalmente desde que tengo memoria, he estado pensando en los versículos 15-20 como una declaración completamente separada de los versículos 21-23... y finalmente ví la conexión hace unos días...
Echemos un vistazo a los versículos juntos en lugar de tenerlos como sub-secciones separadas (que son divisiones hechas por el hombre para ayudar a aclarar y organizar los subtemas):
"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." - Mateo 7:15-23
He marcado en rojo el hermoso vínculo entre ambos pasajes. ¿Lo ves? Hace un tiempo escribí sobre Mateo 7:21-23 [léalo aquí] y yo mismo no había visto el vínculo entre estas "subsecciones" antes... aun luego de escribir sobre el tema indirectamente. Escribí sobre el peligro del auto-engaño, que es el pensamiento de que uno está "listo" para ir con Dios, pero en realidad uno no lo está. Anteriormente no había definido qué significa el estar "listo" para ir con Dios... pero ahora sí sabemos. La conexión entre estas dos "sub-secciones" (versículos 15-20 y 21-23) es que los que se engañan a sí mismos son personas que vienen a la iglesia, predican, dan de comer a algunos vagabundos, llevan una Biblia... pero sus los frutos son frutos del egocentrismo. Los frutos que cada uno de nosotros da y lleva son los que determinan si nos hemos estado engañando o no. Es así de simple.
Jesús no dividió el tema de los frutos y el tema del autoengaño... todo fue una simple declaración continua. Los fariseos en ese momento marcaron todas las casillas correctas externamente para los judíos y todos pensaron que ellos eran el ejemplo a seguir si uno iba a entrar al cielo con Dios... pero ¿qué estaba pasando adentro? Los fariseos tenían celos de Jesús, alimentaron el odio y el resentimiento y, entre otros malos frutos, conspiraron para asesinar a Jesús. Ese es el 'link' amigo/a.
Jesús ya nos ha dado la receta para que nos miremos al espejo y veamos si nos engañamos a nosotros mismos o no. ¿Dónde están nuestras prioridades? ¿En nosotros mismos o reflejando a la medida posible a Jesús? Dios no tiene interés en la imagen exterior que reflejamos, sino en los pensamientos y acciones internas que nadie más que Él puede ver.
"Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón." - 1 Samuel 16:7
¿Nos estamos entendiendo?
Ches un vistazo a la publicación que hicimos titulada "La zona de peligro cristiana" que trata sobre Mateo 7:20-23.
Cerrando... pero primero
¿Qué frutos estás cultivando en tu interior, mi querido/a amigo/a? ¿Frutos buenos o frutos malos? Jesús fue claro en que vestirse apropiadamente para ir a la iglesia, cantar en la iglesia, predicar, dar de comer a los desamparados, dar diezmos y ofrendas... todas estas cosas no hacen nada por nuestra salvación a menos que lo que fluya de nuestro corazón sea amor y no egocentrismo. Algo que probablemente no escuches todos los días: en este momento, es probable que tus frutos sean frutos malos. No, no estoy juzgando, seré el primero en admitir que los míos también son malos. Todos somos humanos y todos nacemos en pecado que es una enfermedad de egocentrismo; simplemente es nuestra naturaleza. Pero no te preocupes, aquí viene Dios al rescate...
Lee Gálatas 5:22-23 nuevamente. Ten en cuenta que el versículo dice: "el fruto DEL ESPÍRITU es...". ¿Ves? Los 'buenos frutos' no son nuestros frutos, sino frutos del Espíritu. Esto significa que la única manera de que tú y yo tengamos buenos frutos de nosotros mismos es conectarnos con Aquel que puede poner estos buenos frutos en nuestros corazones... Dios... Jesús. Lo NECESITAMOS si vamos a entrar en el camino de dejar ir nuestro egocentrismo y aprender a amar como Él lo hizo. Esa es la única manera. Todo intento propio de dar buenos frutos sin Dios en el corazón conducirá siempre, de un modo u otro, a hacer las cosas centradas en nosotros mismos. Piénsalo.
Si queremos entrar en el Reino de Dios, no debemos preocuparnos por la imagen exterior que proyectamos, sino por lo que sucede dentro de nosotros... y solo Dios puede ayudarnos a cambiar verdaderamente esto último.
H¿Habías leído estos versos de esta forma? Estudia, lee, pregunta, busca... porque no entender la importancia de dar buenos frutos tiene consecuencias eternas.
Hasta la próxima mi amigo/a,
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