Una de las cosas que más anhelamos los seres humanos son las relaciones. Queremos ser escuchados, tener compañía, ser amados, sentirnos aceptados. Una mirada a las redes sociales demuestra hasta qué punto las personas están dispuestas a acudir para obtener atención y ese sentimiento de ser validados. No importa cuántas veces me siento a leer mi biblia, cada vez que abro el libro aprendo algo nuevo o veo algo bajo una luz diferente a la anterior; hoy no fue la excepción.
Cuando estaba en la escuela recuerdo ser amigo de "los chicos cool". Gracias a Dios y a mi educación en casa puedo decir honestamente que nunca fui un "bully", pero sí compartía con algunos de ellos. Una lección que aprendí temprano en la vida es que, muchas veces, a las personas en círculos "cool", en círculos "élite" (o así los llaman), les gusta ser muy particulares y selectivas sobre a quién dejan entrar en sus círculos. Sin duda, Dios es la élite de la élite. Él es eterno, el Creador del Universo, el Rey de todo lo que alguna vez hubo o es, el Dios Todopoderoso y omnisciente... si alguna vez hubo un ser con el derecho de ser selectivo sobre a quién deja entrar en Su círculo, es Dios, sin embargo, en la Biblia encontramos este versículo:
"Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer." - Juan 15:15
Medita un poco en este verso. Dios nos considera amigos. ¿No es esto extraordinariamente asombroso? Tú, mi maravilloso amigo/a, eres considerado un amigo por Dios. Eres amado/a por Dios. Él nos ha revelado Sus planes, Su palabra, Su meta para nosotros. Por supuesto, para ser amigos debe existir un sentimiento mutuo entre las partes. Dios quiere ser tu amigo, la pregunta es, ¿Le permites tu ser tu amigo?
Comments