¡Saludos y bienvenido/a de nuevo mi querido amigo/a! Como siempre, es un gran placer tenerte aquí conmigo hoy. Sabrás, no hace mucho me senté con mi esposa a tener una conversación y, entre muchos otros temas, hablamos sobre el tema del perdón. Específicamente, hablamos sobre qué significa exactamente "perdonar". Si una persona nos lastima gravemente, ¿necesitamos seguir siendo amigos cercanos y tratarlos bien? ¿Es eso el perdón? ¿Perdonar está ligado a recibir y aceptar el abuso? Si rompo lazos con una persona porque esa persona me hirió... ¿significa eso que yo no puedo perdonar y ser espiritualmente maduro?
Estas fueron algunas de las preguntas que tocamos en nuestra discusión. Como estudiante cristiano, sabía que las respuestas que buscábamos se podían encontrar en la Biblia simplemente porque Dios es el Dios de la misericordia y el perdón. Jesús vino a vivir una vida de ejemplo para nosotros, así que, seguramente debe habernos enseñado lo que significa perdonar. ¿No? Bueno, esta publicación es para que discutamos precisamente eso.
Como es nuestra costumbre, te invito a que primero le eches un vistazo al video de este post que es, en cierto modo, un resumen de lo que estaremos discutiendo mucho más en detalle a lo largo de este post. Sin más preámbulos, veamos:
NOTA: El video contiene subtítulos en español
¿Qué crees? Bueno, entremos directo en la discusión.
Jesus. Biblia. Perdón.
En el famoso, hermoso y bello 'Sermón de la Monte' encontramos a Jesús hablando del perdón de una manera muy radical y especial:
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?"- Mateo 5:38-46
A primera vista, podría parecer que Jesús nos está enseñando que debemos aceptar cualquier cosa que se nos presente, cualquier ofensa, cualquier falta de respeto, que debemos simplemente poner una sonrisa en nuestra cara, sacudir los malos sentimientos y seguí adelante como si nada hubiese pasado. Pero, ¿es esto lo que Jesús realmente está diciendo y enseñando? ¿Es esto lo que significa 'perdonar'? Antes de que comencemos a analizar los versículos que acabamos de leer, tomemos un minuto y revisemos la vida de Jesús en la tierra y como Él reflejó, en Su propia vida, la naturaleza del perdón.
Una lectura cuidadosa a los libros de los Evangelios en la Biblia (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) viene a mostrar que Jesús no era "mejor amigo" con las autoridades religiosas judías (es decir, escribas, fariseos... etc.). Una y otra vez encontramos a Jesús llamándolos, sin "pelos en la lengüa" (como decimos en Puerto Rico), hipócritas. Veamos:
"[Jesus hablando] ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad." - Mateo 23:27-28
Estos hombres, vestidos como personas bendecidas y dirigidas por Dios, actuando como "santos", eran realmente hipócritas. Todo el capítulo de Mateo 23 es Jesús denunciando la maldad y la hipocresía de estos hombres. Independientemente de la maldad en sus caracteres y actitudes, sin embargo, encontramos a Jesús pronunciando estas palabras a Su Padre mientras estos hombres lo estaban crucificando:
"Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen..." - Lucas 23:34
Más allá de esto, justo antes de la crucifixión encontramos a Jesus pronunciando las siguientes palabras:
"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" - Mateo 23:37
No sé ustedes, pero en mi caso, cuando leo estos versículos, siento una muestra absoluta y pura de amor, misericordia y perdón. Si ves, Jesús estaba descontento con la hipocresía de estos hombres cuando se trataba de vivir una vida que honra a Dios porque estaban tergiversando por completo quién era Dios realmente y quién representaba. Estaban engañando a la gente y enseñando doctrinas humanas como doctrinas dadas por Dios; A Jesús, siendo uno con Dios, claramente no le gustó esto y los llamó por su hipocresía... aún así, ni una sola vez dejó de amar a estos hombres y de tratar de mostrarles el camino.
Jesús no deseó el mal a estos hombres, nunca desarrolló odio hacia ellos. Él solo quería que aceptaran Sus enseñanzas y se dieran cuenta de quién es Dios en realidad... desafortunadamente, el orgullo y ambición propia les impidió aceptar a Jesús. Sin pensarlo dos veces, Jesús habría aceptado a estos hombres si hubieran venido a Él con corazones arrepentidos... pero una y otra vez rechazaron el llamado. Jesus les llamó la atención por su hipocresía, pero eso no impidió que Jesús mostrara amor hacia ellos y pidiera perdón para ellos a su Padre.
Espero que ahora ya sepas a dónde voy con esto. Jesús no tuvo una relación cercana con ellos, sin embargo, nunca les deseó mal. Nunca alimentó el resentimiento. 100% perdonó sus acciones hacia él y, si pensarlo dos veces, los hubiera recibido con mucho gusto si hubieran venido en arrepentimiento de las cosas que hicieron. Jesús mantuvo la puerta abierta... el problema fue que ellos no eligieron entrar.
Entonces... ¿Cómo se ve el perdonar?
No hace mucho me senté a ver la serie del Pastor David Asscherick y el Pastor Ty Gibson titulada "Kingdom Manifesto" en YouTube (ver aquí); la serie se basa en el Sermón de la Monte de Jesús que se encuentra en Mateo. En uno de los capítulos, el pastor Ty Gibson comparte una historia en la que una mujer se le acercó y le preguntó cómo podía perdonar a otra persona. El pastor entonces procedió a hacer una serie de preguntas como: "¿Quieres que le pase algo malo a esa persona?", "¿Odias a esa persona...?"... la respuesta de la mujer para todas las preguntas fue : no. Entonces el Pastor procedió a decirle: “Ya perdonaste a esa persona”.
¿Ahora entiendes? ¿Ves la conexión con lo que acabamos de leer y discutir sobre la vida de Jesús? En Mateo 5:38-46, Jesús no nos está enseñando a tomarlo todo y ser los mejores amigos. Jesús nos está enseñando que tenemos que aprender a dejar ir. Está bien tomar distancia, no ser mejores amigos, no hablar, no compartir experiencias... pero eso no debe fomentar la ira, el odio o los malos sentimientos hacia la persona. Si una persona nos hace daño, está bien sentirnos heridos y distanciarnos, pero siempre debemos estar dispuestos a recibir a esa persona en caso de que venga a buscar perdón. ¿Me sigues?
Dios nos ama a todos, pero no puede imponérsele a quien no quiere recibirlo; Su puerta está abierta para aquellos que quieren buscarlo. Jesús mostró este mismo amor y naturaleza perdonadora cuando vino a esta tierra... y estamos invitados a seguir los pasos de Jesús. ¿Te hirieron? APRENDER A DEJAR IR. Cuando pienses en cuánto mal te hizo esa persona y te preguntes si deberías perdonar, recuerda que tu deuda y tu ofensa fueron MUCHO MÁS GRANDES y, aun así, fuiste perdonado.
Nunca lo olvides.
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