Saludos mi amigo/a. Sinceramente deseo que pases un feliz Día de Acción de Gracias junto a las personas que amas. Sé que probablemente estás deseando desconectarte de los asuntos cotidianos de la vida y despejar tu mente, así que seré breve.
De niño, siempre que estaba de mal humor o me quejaba de algo, mi madre me decía: “Sé agradecido, las cosas siempre pueden ser peores de lo que son”. Veinte años después, no es de extrañar que ella tuviera la razón. A lo largo de mi camino como cristiano, me he dado cuenta de que una de las cosas más importantes que podemos hacer es aprender a agradecer a Dios por las cosas buenas que Él nos proporciona. Aprender a reconocer sus bendiciones hacia nosotros. Aprender a ser el tipo de persona que ve el “vaso medio lleno”. Es practicando rutinariamente el ser agradecidos y apreciar lo que tenemos y podemos hacer, que se produce una transformación en la forma en que vemos el mundo que nos rodea. La Biblia dice:
"Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." - 1 Tesalonicenses 5:16-18
En su infinita sabiduría, Dios sabía (y sabe) el efecto que tiene el ser agradecido en el carácter humano. Observa cómo el versículo usa la palabra “siempre”. Sé que el día de acción de gracias es el día reconocido a nivel nacional para estar agradecido, pero estar agradecido nunca debería ser algo de un solo día. Dios dice que debe ser algo “siempre”. Al estar siempre agradecido, las bendiciones de Dios opacan las “necesidades” o “deseos” de la vida. La vida, entonces, pasa de sentirse como una carga a una experiencia alegre. ¿No tienes el trabajo que quieres pero tienes un trabajo? Sé agradecido. ¿No puedes comer la comida que quieres pero hay comida en el refrigerador? Sé agradecido. ¿Tienes un lugar donde reposar la cabeza por la noche? Sé agradecido. ¿Puedes abrir los ojos por la mañana y ver el amanecer? Sé agradecido. Considerándolo todo, casi siempre hay más razones para estar agradecido que razones para quejarse. Empieza a ser agradecido y verás cómo cambia tu perspectiva de la vida.
Las cosas pueden y probablemente se pondrán difíciles para todos en la tierra en algún momento durante nuestras vidas, Jesús nos lo advirtió en Juan 16:33. Pero aquí está la belleza de esto... cuando sientas que no hay absolutamente ninguna razón para estar agradecido por nada, recuerda que mientras haya aire en tus pulmones, la invitación y el llamado de Jesús seguirán en pie. Las cosas pueden no estar bien aquí, pero Él nos da la esperanza de que lo compensará. Él pagó tu precio y regresará para buscar a Su pueblo... y esto es lo mejor por lo que estar agradecidos por la noche. Irse a dormir sabiendo que hay más en la vida de lo que este mundo ofrece. Irse a dormir sabiendo que hay un Dios que nos ama.
Piénsalo...
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