!Saludos y bienvenido/a!
¿Sabías que un adulto promedio toma entre 33,000 y 35,000 decisiones al día? Piensa en esto por un momento, son muchas decisiones que tomar. Ahora bien, ¿qué si alguien te dijera que cada decision que tomes, absolutamente toda decisión, para la gloria de Dios? La tarea podría parecer un poco imposible, ¿no? Puede parecer difícil tener en cuenta a Dios en cada decisión y cada acción que uno toma todo el día, todos los días... la pregunta es, ¿lo es? Esta no es una pregunta o una declaración inventada por mi, el apóstol Pablo nos invita a hacer justo esto en su carta a los corintios que se encuentra en 1 Corintios 10:31...
"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios..."
¿Cómo es esto posible? ¿Es esto alcanzable? ¿Realista? Amigo/a, sí lo es. Cuando te enamoras, o cuando estás "obsesionado" con conseguir algo, ¿no piensas en esa persona o incluso en ese algo casi sin parar? ¿No haces y moldeas tu vida para complacer a esa persona o para conseguir ese "algo"? Cuando conocí a mi esposa, no podía sacármela de la cabeza (y todavía no puedo). Si iba a comprar comida, pensaba en lo que ella querría, si iba a comprar ropa, pensaba si le gustaría o si debía comprarle un regalo. Si no había escuchado de ella a lo largo de un día, seguía yo pensando en dónde podría estar o qué podría estar haciendo. De la mañana a la noche e incluso en sueños, ella sigue siendo el centro de mi atención (después de Dios, claro está :) ). De niño, era fanático de Halo (un videojuego) y mi madre prometió regalarme el juego si me portaba bien y sacaba buenas notas. ¿Qué crees que pasó? Todo lo que hice y el trabajo que realicé fue con un único objetivo en mente: conseguir el juego.
La vida con Jesús, con Dios, es como enamorarse. Es una relación como ninguna otra. Cuando uno se acerca a Él y reflexiona sobre el sacrificio que Él hizo por seres indignos como nosotros, empezamos a enamorarnos de Él. Cuanto más aprendemos acerca de Él a través de la Biblia, más queremos agradarle, honrarle, obedecerle, hacer las cosas de la manera que pensamos que le hará más feliz. Él se convierte en el centro de nuestro universo, y ¿sabes qué? Nosotros también nos volvemos el Suyo. Él te ama como nadie más lo hará y quiere caminar contigo, comer contigo y simplemente caminar a tu lado el resto de tu vida. Así que sí, es posible hacer TODAS las cosas para Su gloria. ¿Por dónde empezar? Empieza por invitarle a tu vida y por leer la Biblia para que puedas conocer la vida de Él.
Hasta la próxima,
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